miércoles, 4 de julio de 2007

CRUZAR LA CALLE


El Otro día iba caminando con una amiga, andábamos desde algún sitio dirigiéndonos a otro lugar (como suele hacerse), -en realidad íbamos desde un piso, hacia las cercanas (y no-gays) fiestas del barrio- y de pronto se me ocurrió decir una chorrada: “joder, llevamos toda la tarde no haciendo otra cosa que cruzar calles”… Y era verdad. Cuán frecuentemente, cuando se camina, hay que ponerse a cruzar al otro lado. Y qué pocas veces es posible hacerlo por los sitios adecuados. (Y otras veces, además, resulta tan difícil…)

…El caso es que ayer mismo, de nuevo cruzando o a punto de hacerlo, me acordé del tema, y se me vino a la mente la filosofada que algún día me soltó alguien que no recuerdo, y que era algo así como “en la vida, siempre hay un momento límite en el que hay que decidir, en el que uno se encuentra totalmente en el alambre”, aproximadamente. En fin, no lo recuerdo muy bien tal cuál era, pero se me ocurrió pensar que esos vertiginosos momentos en que uno se encuentra en el alambre, son exactamente iguales a un instante que ocurre cuando andas cruzando una calle: y es ese momento en que estás en el medio, has pasado confiadamente y casi sobrado una calzada, y entonces, allá en la mitad, tienes que girar la cabeza hacia el otro lado para mirar si no viene nadie tampoco por allí. En ese mínimo instante, creo, estás completamente en el alambre, a disposición del azar; vendido por unas décimas de segundo. Es como esas decisiones –esas situaciones- que hay que tomar a veces en la vida, en que te encuentras por un segundo en el alambre, sin asidero. En un instante, de pronto, sin esperártelo, estás vendido.


Es muy probable que al segundo siguiente, hayas ya vuelto la cabeza, y comprobado que sí, que puedes pasar: que ha sido sencillo jugártela. Eres el rey del mambo, de la calle entera, miras a todos como diciendo “sí, estoy cruzando mal, ¿y qué?”, o tal vez miras a tu alrededor diciendo “buah, esta decisión que parecía tan difícil…” …; pero un instante antes, allá en medio, no estabas tan crecido, amigo; que lo sé yo.


…Recuerdo por cierto, que una vez un viejo profesor de gimnasia mío del colegio nos dijo algo que tenía relación con todo esto: era algo sobre la forma en que la mente se hace sus cálculos, por ejemplo al cruzar la calle, sobre la distancia y sobre si realmente nos va a dar tiempo a pasar en el intervalo de tiempo que tenemos. Es un cálculo cuasi impulsivo, de meras décimas de segundo, pero… no recuerdo ahora bien qué era en concreto el concepto de lo que contaba él, pero es una de esas cosas que se me han quedado grabadas (tal vez porque cruzo mucho, y mal). Es curioso, porque no recuerdo muchas cosas de los otros profesores, pero sí de aquél cascarrabias de Educación Física. El buen tipo…


Pues bien. Con esta costumbre que tengo yo de relacionar cosas sin venir mucho a cuento, estaba pensando hoy mismo sobre otra costumbre mía, y misteriosamente la relacioné con todo esto. Verán: cuando hay que ir a un bar a pedir un café o algo de desayunar… a veces tengo la manía de preguntar sobre tal o cuál cosa al camarero… Tal vez sólo hago tiempo mientras me decido, y sin embargo la gente a veces cree que me burlo y pregunto sobre algo, para luego pedir otra cosa: no es eso. ( ) Ese es el instante en el alambre, el cuál a lo mejor no les importuna a ellos en un bar (no les parece tan difícil la decisión a tomar) pero estoy seguro de que sí les ocurre en otros sitios. Hay una canción de LLoyd Cole que me recuerda un poco a todo esto. Y dice “pareces feliz como un recién nacido / ya no te importa nadie / seguro de tu decisión/ estás enamorado…” bla bla bla, pero luego le espeta: “…pero estás preparado para que te rompan el corazón?”. Pues eso: mientras todo va bien, los buenos tiempos, dispones de la circunstancia a tu favor,…, todo parece de color de rosa… Pero, ¿qué ocurre cuando llega lo incontrolable, el momento en que no podrás decidir? “…but, are you ready to be heartbroken?”



… Y hablando de cruzar calles, de momentos inesperados, me viene a la mente (y con esta última asociación acabo) aquél día en que, distraídamente, me puse a cruzar una calle,…, y me atropelló un AUTOBÚS (…)


5 comentarios:

Anónimo dijo...

Conseguiste dejarme pensando otra vez eh?, y esta vez además tenía canción de fondo para hacerlo. Ya me pondré en plan filosófica con este tema cuando te vea, que tiene para rato :)

Falingo escribe dijo...

No puedo oír la canción... pero me gustó la entrada. Yo no creo en los "momentos clave" , en las encrucijadas estrella, sino en que todos los días tenemos miles de ellas, y son estas decisiones las que nos llevan de un punto X al remoto punto Y

Me gusta tu blog, y me gustó mucho tu análisis del blog madreidiota (creo que lo clavaste)
Saludos

Patricia dijo...

llego a tu blog a traves de un megaaaaa comentario que has dejado en el de Beta, que ojeo a veces, y me desperto la curiosidad tu manera de escribir.
Vine aqui y lei tu ultimo post, y me volviste a sorprender.
Esa idea de estar en el alambre justo en el momento en que vas a cruzar me recordo a algo que yo siempre pienso... y es que la vida esta llena de momentos "alambre" en los que tienes que tomar la decision de cruzar o no cruzar, o de cruzar hacia una calle u otra y que esas decisiones son las que nos llevan a nuestro destino o camino final.
Me gusto tu post, voy a seguir leyendo a ver si me sigues sorprendiendo :P
Salud!

misántropo dijo...

"Triste época la nuestra es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio"

El-Al-Eim dijo...

Myriam, gracias, entre tu y yo sobran las palabras, creo qe nos entendemos sobre cada nuevo tema qe se plantea, sin necesidad de llegar a abrir la boca (si no es sobre hipotecas, je je!)

Rafa Porcar, me gustó tu blog, y me alegro de que me entiendas 1 poco (como se puede ver en el blog de mi-madre-es-idioya-y-yo-más, eres minoría), creo que eres valenciano y eso nos une aún más, y tb el hablar con franqueza y sin escudos. Y estoy de acuerdo en lo del día a día, a veces me parece qe me la juego cada par de horas o así.

(Por cierto, sobre la petarda esa antes mencionada, ya contaré algo más sucedido entre ella y yo, qe no se ha sabido...)

Sonrisa, gracias, tu tb pareces ser de esta inmensa minoría que no babea ante ciertos espectaculos de "pavo real". Por cierto, recommiendo mucho el blog de Noblog.wordpress (esto parece un contrasentido). Me alegra que te guste, como dice "el zurdo", sólo se puede escribir para "almas gemelas".

Y "angel caido", bonito nombre y aforismo, pero, ...a cuento de qué?