Debe de
haber un gigante
Que
recorre en la noche
La
ciudad
Y lo
vuelve todo del revés
Trastocando
los edificios
Cambiándolos
de lugar
Escondiendo
los coches
De los
tipos que nunca
Los
encuentran
...y
nadie lo ve
Debe de
haber un gigante
Que se
esconde entre los parques
En las
copas de los árboles
Se baña
de noche en los estanques
Y toca,
con su pulgar
En mi
ventana
Y baila
al son de una música
De mil
cien mil ingenuos sueños
Haciéndonos
temblar
Al caer
Un
gigante, que se esconde
Que
sonríe, acto seguido
Tras
las alcantarillas
Los
carteles
Al
pasar yo
Al
pasar todos los que se digan “yo”
Que
murmura, que hace
Soplar
al viento
Al
estornudar;
Al
bostezar
Mueve
las hojas de los árboles
Hace
llegar al metro
Vacío
de gente
...y
nadie lo ve